«Lactante con UN diente en boca + UNA visita al odontopediatra = CERO caries en el futuro.

Sería una maravilla conseguir que nuestros hijos fueran tranquilos al dentista, y que las experiencias para ellos fueran agradables y no traumáticas.

Cada vez somos más los dentistas, y los odontopediatras en particular, los que pensamos que la odontología, igual que la pediatría es importante que sea preventiva. Para ello, sería recomendable comenzar las visitas a la odontopediatra pronto: la edad ideal es un año.

Esta primera visita es informativa y evalúa los factores de riesgo de tener caries en el niño antes de que aparezcan. 

Según este riesgo de caries, las visitas se van a programar a los 3 ,6 o 12 meses.

La odontología para bebés tiene entre otras ventajas: previene antes de curar, es más económica, la experiencia para el bebé y para las famlias es mucho más tranquila, es mucho más eficiente, es una relación más cercana con la odontopediatra.

En aquellos lactantes que tienen lactancia materna prolongada más allá del año, sería recomendable incrementar las visitas para controlar la aparición de manchas blancas en los dientes superiores, así como dar las pautas adecuadas de higiene en estos casos. Es de todos conocido que la lactancia materna NO produce caries, y es conviene introducir hábitos de higiene muy controlados si se mantiene más allá del año de edad.

El uso de flúor con pastas dentales con  alto nivel de flúor en los niños con riesgo grande de caries es también recomendable. La mínima cantidad de flúor que precisa un bebé es de 1.000 ppm aunque el bebé no sepa escupir.

Desde mi punto de vista personal, es mejor llevar al odontólogo de niños de forma temprana y que no tenga caries.

El hecho de llevar a la odontopediatra a tu hijo cuando ya tiene caries, o cuando tiene dolor, supone un trabajo extra para tu hijo, y una experiencia totalmente distinta a la de hablar y controlar el estado de la boca.

Un saludo
Dra. Martínez León

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