Hay niños que no quieren/no dejan/no pueden tratarse en el dentista en el sillón. Los padres llegan a mi consulta después de un largo recorrido por clínicas de las que se han ido sin «hacerse nada»; se han visitado múltiples clínicas, y de cada una de ellas se han ido sin sentarse en el sillón dental.
¿Por qué se niegan a tratarse? ¿A qué le tienen miedo?

Muchas veces no lo saben ni los padres ni los propios niños: «otros niños me han dicho…», «me da miedo que me hagan daño, pero nunca me he dejado hacer nada», «no me gusta que me toquen la boca», «hace dos años me quitaron una muela y ya no quiero volver a hacerlo» «iba muy bien y un día dijo que no abría la boca más»…..

Ayer mismo una niña de 6 años, nos reconocía a su madre y a mí, sentada en el sillón que ella quería hacerlo, pero que no podía. No hubo problema para poner la anestesia en la boca, pero diez minutos después a la hora de empezar a tratarle su molar, la niña empezó a llorar y dijo que no podía……

Este ejemplo lo pongo para que comprendamos todos que si un niño no puede hacerlo no es la forma de abordar el tratamiento. Ahí es cuando intervienen los fármacos, y el abordaje se hace con sedación o con anestesia general.

En odontopediatría hay algo muy importante: es necesaria una mínima colaboración por parte del paciente para poder trabajar en la boca.
Puede ser posible convencer a los niños, pero en otros casos no.

Esta información puede ser ampliada en todo momento en nuestra clínica si se pone en contacto con nosotros.
Un saludo
Dra. Martínez León