La aparición de manchas blanco-amarillo-marrón en los primeros molares definitivos muy poco tiempo después de su salida en boca, sobre los 6 años, es un fenómeno cada vez más frecuente en mis clínicas.

A veces va acompañado de pequeñas manchas blancas en uno o varios incisivos permanentes.

Este defecto de la capa superficial del diente o esmalte se denomina Hipomineralización Incisivo Molar.

La forma de los molares es normal, pero existe una evidente alteración en el color de uno o varios molares que varía desde  pequeñas manchas blancas a una gran mancha de color amarillo intenso.

Estos molares es muy frecuente que en poco tiempo formen grandes huecos o fracturas que simulan caries.

Presentan molestias o sensibilidad con comidas dulces y con frío, y los niños a veces se quejan cuando se les cepilla los dientes en esa zona.

Esta alteración es algo diferente a las caries, de las que hay que distinguirlas.

Todos estos molares tienen tratamiento, que dependerá de la extensión de la lesión y la sintomatología que tenga el paciente.

Por lo tanto, es importante hacer un diagnóstico temprano de esos molares permanentes a la edad de 6 años, o en cuanto salgan en boca para evitar molestias y para poder poner tratamientos preventivos.

En la actualidad la mayor prevención se hace con fosfato cálcico y caseína, componentes ambos del hueso y de la leche, que están teniendo un éxito tremendo en disminuir la sensibilidad, remineralizar las zonas dañadas y en eliminar la probabilidad de caries, uso de flúor adecuado, selladores de fisuras, enjuagues antibacterianos y empastes con vidrio ionómero.

Un saludo

Dra. Martínez León.