Muchos padres temen llevar a sus hijos al dentista «para no producirles un trauma»
Ni mucho menos, es misión del odontopediatra hacer que las visitas sean algo positivo para el niño. Existen técnicas específicas de comportamiento que se utilizan según la edad del niño.
La misión del odontopediatra es conseguir que el niño salga tranquilo de la consulta, y eliminar esos «miedos» previos preestablecidos, puede ser en el niño, o en los propios padres.
Este es un buen foro para exponer si quieren las experiencias bien sean buenas o malas de sus hijos en el dentista o bien preguntas sobre cómo hacérselo más fácil.
Somos los papás de Pablo y Marcos, de 4 y 7 años, y usamos este espacio para destacar lo siguiente: de todos es bien sabido lo importante que para nosotros, los padres, es la salud de nuestros hijos. Es en éstos casos, donde la DIFERENCIA que marca ésta clínica la hace situarse a gran distancia de su competencia. No en vano goza de fama entre los profesionales del sector, ya que nuestra pediatra de la seguridad social, así como otros pediatras de diferentes localidades, de conocidos nuestros la recomiendan por los siguientes motivos: exquisitez en el trato, la asistencia profesional y lo que es más importante, saber que nuestros hijos están en las mejores manos posibles desde que llegan a la consulta hasta que salen por la puerta, pasando un rato bastante agradable que en otras ocasiones, por experiencias que todos conocemos, supondrían todo un calvario desde que se llega a la consulta con la interminable espera y la fria atención que se suele dispensar en otras consultas. Sin olvidar el grado de especialización que se alcanza en esta clínica que enfoca su labor exclusivamente al campo infantil. Por todo ello os recomendamos este paraiso para los niños, a los cuales sólo teneis que preguntarles si quieren volver a ir a la clínica de la Dra Martinez y ya vereis lo que os responderán. Ah! por supuesto que no se nos olvida el trato tan agradable que dispensa la chica auxiliar a la entrada ni la sala de espera, la cual es lo más parecido a una acogedora guardería, donde los niños pasan el tiempo prácticamente sin darse cuenta.
GRACIAS una vez más
Ayer estuve con mis cuatro hijos en la clínica para hacerles una revisión. Desde que tuve el primer niño, conocí que existía esta especialidad pediátrica y acudí a la Dra. Martínez. Los recogí en el colegio y estaban deseando llegar para ver si sus bocas estaban sanas. Siempre van contentos porque allí siempre lo han pasado bien, también cuando les han empastado algún diente, como le ocurrió ayer al tercero. Cuando salimos, su comentario fue: ¡Qué suerte, que bien haber venido! (Este ya tenía otro empaste previo) El de 3 años no entendía al principio lo de abrir la boca grande, pero en seguida le pareció que todo era un juego. Desde luego que la actitud con la que llegan los niños al dentista se educa por parte de los padres y, ya sabemos que siempre se educa en positivo, pero en la clínica el trato es exquisito desde que entras hasta que sales y esto también lo aprecian ellos. ¡Gracias!
Sólo quería comentar tal como dice Mayu, la mamá de estos cuatro niños, que es importante la actitud que los padres tengan al ir a la clínica. Está claro que todos los niños son distintos, pero sí es verdad que hay que hacerles fácil la visita, y más si es la primera a la que van. Yo creo que el mito del «miedo al dentista» lo tenemos que eliminar ya. Los odontopediatras estamos para tratar exclusivamente niños, y hay que tratarlos de modo distinto a los adultos, puesto que sus razonamientos son distintos. Un niño de primera vez no abre la boca tan fácilmente, hay que demostrarles que es algo sencillo y por supuesto, que no es doloroso.
Es importante explicarle a los niños las sensaciones que se consiguen con la anestesia, no cómo se hace, por ejemplo.
Entre todos podemos conseguir que la experiencia sea positiva, y está claro que los recuerdos que se tengan de mayor estarán muy vinculados a las experiencias que tengamos de pequeños. Si ir al odontopediatra es algo fácil, conseguiremos una sonrisa por parte de nuestro paciente, y por supuesto, por parte de los padres.
Hace dos meses estuvimos en la consulta de la Dra. Martinez y nos dijo que la unica manera de reconstruirle las cuatro muelas a mi hija era mediante la sedación, ya que de ninguna manera se dejaba ni tan siquiera tocar.Nos dió bastante miedo ya que nunca habiamos oido que para una reconstruccion se utilizara la sedación. No nos quedaba otra que intentarlo puesto que las tenía muy mal por un defecto en el esmalte.Concretamos las fechas y llegó el día. La experiencia fue positiva, la niña entro en la sala de espera la invitaron a zumo y al cabo de 10 minutos estaba totalmente sedada,la recontrucion tardo sobre una hora y cuarto,poco a poco fue despertando y cuando la dra. anestesista la vió bien, salimos de la clínica perfectamente, sintiéndonos que habían hecho un buen trabajo. Posdata, buenos profesionales.
Hace muy poco realizamos la sedación de Brenda, de 8 años en la clínica. Por supuesto los padres estaban muy preocupados, por lo que ya comentan ellos, no habían oído que se hiciera sedación para poder arreglar la boca de su hija. El resultado fue excelente, Brenda no recuerda nada de la experiencia en la clínica, y todo el trabajo se pudo hacer sin ningún problema. La consulta estuvo todo el rato sólo a disposición de su familia para que tanto el trato como la experiencia fuera lo más llevadero posible. El miedo de los niños es muy difícil de quitar en algunos casos, y es en estos casos que con la sedación conseguimos eliminarlo. Lo mejor de todo es que Brenda volverá a la clínica sin ningún tipo de trauma, y esos molares que ya estaban produciendo sensibilidad y dolor han sido tratados en una sola sesión.