Todas las cremas dentales tienen fecha de caducidad puesta en el tubo o en la caja.

En general, caducan a los dos años de su producción, aunque no se hayan abierto.

Hay que tener en cuenta que es muy importante respetar esta fecha sobre todo en las cremas infantiles, porque el flúor es el principal ingrediente que se degrada.

Después de la fecha de caducidad, se puede usar la crema, pero habrá perdido su sabor y con cierta seguridad la capacida de prevenir caries.